miércoles, 6 de julio de 2011


Soñar contigo es la práctica diaria en mis viajes oníricos.  Ya no espero que Morfeo venga a buscarme en una nube, solo cierro los ojos con  las últimas letras que dejaste para mí este día, como todos los días.  Pensar en ti es la actividad cotidiana de mis neuronas, ya no quieren saber de leyes ni de impuestos, no buscan construir nuevos mundos, ni salvar galaxias.  Ellas, embriagadas de oxcitocina, solo se dedican a reproducir tu voz, tu imagen tu olor. Conjugar "nosotros" en futuro ha sido mi apuesta más riesgosa, nosotros que no somos nada aunque tú para mí lo seas todo. Todo porque todo quiero ser contigo, quiero ser quien vela tus sueños cada noche, quien prepara un té verde cuando te sientes mal, quien te espera con una toalla porque esta noche llegaste y llueve. Quiero hacer contigo lo imposible, viajar ida y vuelta de aquí al sol me parece buena idea. Quiero hacer contigo lo posible, lo pequeño, lo cotidiano. Quiero estar contigo cuando despierto, abrazada a tí como si no existiera mundo.  

El mundo existe, así como esta distancia que desconoce indiferencias.

No hay comentarios:

Publicar un comentario