Anoche me escribiste "Hay una pieza que me recuerda mucho a tí, The Maids of Cadiz de Miles Davis" y no es sino hasta ahora que la encuentro para escucharla... se supone que me va a recordar a la desconocida Cadiz de mis raíces moras y me perderé en sus callejuelas como la gitana que, en el fondo, siempre he sido... Pero escucho a estas doncellas de Cádiz y mis imágenes son totalmente urbanas, una terraza, un cielo donde adivino estrellas, una ciudad que viste sus montañas de luces, tal vez una copa de vino, risas a lo lejos y tú, tu a mi lado, jugando con mi cabello... como ya lo has hecho, como espero que vuelvas a hacerlo...
Si hay algo que es cierto en este mundo es que tenemos un cielo sobre nosotros, pero también es cierto que Miles Davis era la “crème de la crème”. Miles era una especie de Noe, siempre llegaba con todas sus especies y razas metidas en el arca que era su cabeza y las dejaba por doquier.
ResponderEliminarHay discos de Miles que no logro entender, pero es que me imagino que los hizo para otras tierras, donde no existíamos nosotros. Pero los discos que si entiendo de él, me hacen sentir más humano, más pensante, más lleno de civilización.
Esa pieza que tienes a bien colocar en el armatoste que acostumbras a usar forma parte del disco Miles Ahead, un disco que cuenta con los arreglos de Gil Evans. Gil quien arregló para Miles tal cual como un sacerdote Inca arreglaba a los sacrificados al Dios Inti, con todo el respeto al rito, a lo tremendo del momento, a lo que se estaba haciendo y a lo que significaba.
Un disco donde queda manifiesta la genialidad y lo cercano que sonaba Miles. Un disco que he escuchado mil veces, un disco con el cual sigo soñando tras dormir y con el cual he pasado momentos mágicos.
Buen disco Vicky.
Esta pieza me la recomendaste tú Igor, y sigo sin comprender por qué te recuerda a mí... No llevo en mí todas las especies, ni las razas y mucho menos me creo capaz de hacerte sentir más humano. No tengo esa genialidad de sacrificar corcheas y notas como una sacerdotisa inca en el Macchu Picchu... Soy solo una chica viviendo en un país al revés que escribe porque dicen que algo queda.
ResponderEliminarQuisiera saber, por qué esta pieza, por qué yo... y sobre todo ¿Qué sueñas?
Tantas preguntas! tantas y tan variadas!
ResponderEliminarYo, quien soy tan común, tan corriente, tan normal, desconozco todas y cada una de las respuestas.
Casí nada sé, casí nada. Y vienes tú con toda esta parafernalia digital y me impregnas de interrogantes!, que sé yo de humanidad, que sé yo de esto que es tu mundo.
Nada, eso sé. Nada.
Y nada significa eso, nada.
Me encanta preguntarte cosas, cuando no te entiendo -y eso es a cada rato- me lleno de interrogantes, y busco significados, sí como un investigador incansable indaga en el sentido de las cosas para construir conocimiento.
ResponderEliminarAunque te he visto, hablado, mirado a los ojos lo cierto es que te desconozco, porque solo tengo preguntas sin respuestas, momentos sin significado -con o sin parafernalia digital- ah y unas ganas locas de volver a verte, de que te quedes un rato de visita en mi mundo.
El principito volaba sujeto a cometas que interceptaba. Tu, por otro lado te la pasas volando en este mundo que ya hasta mitologia tiene (por ahi he leido unos comentarios que parecen mitologia griega en su mas puro estado).
ResponderEliminarY de cada vuelo siempre traes en la boca y en los dedos espigas que anuncian nuevas y mejores tierras, y todos aqui siempre nos quedamos absortos contigo, con tus vuelos, con tus regresos, con tus idas, con tus espigas, con toda tu.
No preguntes mas!, nada más hay que saber. Haz como el tipo del cuento de Borges, que gestó en su mente a un "nuevo hombre", nuevo y lleno de esperanzas, un hombre que atravesaba las llamas y no se consumia por lo que era terreno.
Saludos cordiales
Nunca logré que mis cometas volaran, tuve que aprender a volar en las alas de la imaginación. No sé si anuncie tierras nuevas o mejores, tal vez hable de tierras distintas, de mundos distintos.
ResponderEliminarNo preguntaré más, no a tí, preguntaré a las aves o a las mariposas, o a quien quiera contar hermosos cuentos, hablar de esperanzas, derrumbar muros.
Siempre atesoraré tus palabras, tu sonrisa
Aprovecho esta vieja charla y la aprovecho por dos cosas principalmente. La primera porque releyendo me percato que ha sido un intercambio de prosa bastante ameno, y la segunda es porque el inicio de todo comenzó con el viejo y adorado Miles Davis.
ResponderEliminarAhora bien, para no divagar mucho; cosa que ultimamente se me hace muy sencillo; paso por aqui para comunicarte mediante la presente que me gusta comentar en tu blog, y creo que es evidente que sólo comento entradas que tengan que ver con música.
Escribe de música y aqui me veras.
Un beso en tu humanidad