domingo, 17 de julio de 2011

La Fuente del Camarón



Yo lo único que hago y he hecho en mi vida es cantar, porque es lo único que sé hacer...
Camarón de la Isla 

Nunca he pisado España, no hace falta ir cuando la llevas en el corazón, en el alma, en la piel.  Mis ancestros ibéricos tan catalanes y vascos ellos, nunca soñaron que algún día yo sería una gitanilla, desteñida y falta de arte para bailar, pero con el duende en la voz y el cuerpo.  Crecí rodeada de palmas y palillos, olés y capotas, mantillas y flamenquerías que llegaron muy temprano a mi vida de la mano de aquel, quien ser mi padre, me adoptó como su niña.   Así Carlos Cano, Lola Flores y sobre todo un gitano rubio, muy rubio al que le gritaban "Grande, Camarón" en cada giro magistral de su voz, se incorporaron a mi alma, mientras debajo de un limonero mis ojos se perdían en el Diván del Tamarit.

Nacido en Cádiz, bautizado José Monge Cruz y gracias a sus cabellos rubios uno de sus tíos lo llamó "Camarón", el cuál sería el nombre que acompañaría para siempre a este grande del flamenco, el gitano más gitano de todos y gran influencia del flamenco contemporaneo. A los 12 años comenzó a cantar en las ventas, primero en su natal Cádiz y ya adolescente estaba en Madrid, donde conoció a Paco de Lucía, con quien grabó nueve discos entre 1968 y 1977, en esta etapa Camarón desplegó toda el alma gitana purísima que llevaba dentro de sí, grabando palos flamencos muy clásicos, supremamente ortodoxos y, al mismo tiempo con destellos de la innovación que años más tarde traería Camarón al mundo del flamenco.


Al verte las flores lloran (1968) nos trae toda la fuerza andaluza y virtuosismo de Paco de Lucía, al iniciar con un solo de guitarras muy morisco, que luego es acompañado de unas palmas flamencas perfectamente sincronizadas para luego encontrarnos con la potente voz del Camarón, que me traslada de inmediato a las ancestrales hogueras flamencas mientras desgarra el tiempo cantando "... al verte las flores lloran, cuando entras a tu jardín, porque las flores quisieran, toítas parecerse a tí..."


Graba en 1979 "La Leyenda del Tiempo", el disco que marca no solo un hito en la carrera de Camarón, sino en el mundo del flamenco. Ya nada será igual luego de que el más gitano de los gitanos se atreviera a la fusión.  La Leyenda de Tiempo es un disco que tiene influencias de rock y jazz, se atreve Camarón por primera vez a incluir instrumentos como guitarra eléctrica y baterías que, ahora no nos resultan extraños en el flamenco, pero que en su momento desconcertaron a los ortodoxos y trajeron un nuevo público hacia un género musical que hoy es Patrimonio de la Humanidad, cuando solo era folcklore de España, canto de gitanos.   El disco y el tema que lo abre, toman su nombre y letra de un poema que aparece al inicio del tercer acto de "Así que pasen cinco años" una obra de teatro escrita por Federico García Lorca en 1931. Los arreglos a los poemas de Lorca (que son tres en el disco) fueron realizados por Ricardo Pachón (también productor de la grabación) y lo acompaña en las guitarras Tomatito, con quien trabajará en adelante Camarón hasta su muerte.

El disco más vendido de la historia del flamenco es "Soy Gitano" grabado por Camarón en 1989, donde aparte de tener a Tomatito en las guitarras ocurre la colaboración especial de Vicente Amigo y The Royal Philharmonic Orchestra.  Aquí Camarón canta por Bulerías, rumbas, tangos, fandangos y alegrías desgranando su genio y esa voz desgarrada entre los palos del flamenco.  Mi tema preferido es "Casida de las Palomas Oscuras" donde se juntan mis amores gitanos, los versos de Lorca interpretados por Camarón.


"Potro de Rabia y Miel" es la última grabación de Camarón, donde se reune con Paco de Lucía y Tomatito en las guitarras. Ya la carátula del disco está llena de arte, al ser una obra de Barceló mostrando duales potros blanco y negro, significando lo que nos encontraremos en este trabajo. Tangos, fandangos y sevillanas nos dan la miel, mientras profundos Tarantos nos entregan la rabia de este potro que cabalgaría sobre el viento en ese año 1992 cuando, víctima de un cáncer de pulmón muere Camarón para besar la inmortalidad.

Todos los que amamos el flamenco bebemos de la fuente del Camarón que es como el agua del río, y a todo al que quiera iniciarse, que sienta el duende por dentro le recomiendo acercarse hasta el arte de este hombre que viniendo de sus profundas raíces tradicionales flamencas fue capaz de llevarlo a otros niveles, integrarlo y que jamás dejara de ser totalmente flamenco y absolutamente universal...



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