Nunca creí que terminaríamos de esta manera, sin un adiós, sin un último beso. Miro tus fotos con nostalgia, pero desprovista de tristezas. En resumen fueron 36 lunas llenas de risas, de viajes, de estrellas... también fueron 36 lunas intentando entrar en un formato que no es mío, esforzandome por ser quien no soy y persiguiendote para que te convirtieras en quien no eres. Así como no tengo derecho a pedirte que cambies, supongo que tengo el deber de seguir siendo, en esencia, quien soy. Lamento haberte mentido, cuando escondí mis runas y mis cartas, cuando te dije que un gato era solo una mascota y las escobas sólo sirven para barrer... te mentí cuando olvidé mencionarte qué pasa en las otras dimensiones y disfracé rituales, calderos y pócimas para que no te dieras cuenta de quien soy. Me mentí a mi misma todos estos días, convenciendome que puedo ser normal, cuando no es así, y nada que se funde sobre esta base de mentiras, piadosas todas, pero mentiras al fin puede tener mucho futuro.
Anoche me tocó esparcir un conjuro de invisibilidad... aun no te das cuenta que me fui y sin embargo ya no estoy.
No hay comentarios:
Publicar un comentario